Una Ubicación Ideal

Estimados lectores, a través de este blog voy a compartir lo que he ido conociendo de este bello, complicado, importante, controversial, intrincado, a veces frustrante e ilógico, pero siempre interesante, país. Los comentarios serán variados pues como todo país, aún más uno tan variado como lo es Francia, ofrece que decir en cuestiones, sociales, políticas, gastronómicas, económicas, deportivas y demás.

Ya son muchos años los que llevo viviendo en Francia, pero las circunstancias me han obligado a regresar a México por el momento. Pero, esto me ha permitido "tomar distancia" para escribir sobre lo que he aprendido, disfrutado, experimentado y vivido en Francia. Para iniciar, les platicaré sobre el lugar donde vivo, Anglet.




Este es el faro y parte del club de golf de Biarritz, el más antiguo de Francia y uno de los más antiguos de Europa. Nosotros vivimos a media cuadra de este club de golf, pues vivimos en la línea que demarca la división entre Biarritz y Anglet. De hecho, la casa está en Anglet y el jardín en Biarritz.

Estas son parte de las playas de Anglet porque el Océano Atlántico es nuestro vecino. Las playas de Anglet se extienden hasta Bayonne, la cual estaría en la esquina superior izquierda de esta foto, si el telefoto de la cámara alcanzara. El Atlantico es tranquilo y tibio en verano pero tormentoso y frio en invierno. Las tormentas con que nos azota llegan a hacer tan violentas que nos ha tocado ver como lanzan buques contra los rompeolas de estas playas.

 Anglet esta situado entre dos comunidades, Biarritz y Bayonne. Forman lo que el estado Francés llama una "aglomeración" (un "aglo" en el argot local), lo que permite que compartan servicios municipales, vías de comunicación, eventos culturales y varios kilómetros de las playas más bellas de Francia. Estas "algo" son comunes en Francia ya que la población de esta nación vive en 36,000 comunidades, la mayoría de ellas pequeñas.

El BAB, como los locales llamamos a esta conjunción de Biarritz-Anglet-Bayone, está acurrucado en la esquina sudoeste de Francia, apenas 17 kilómetros al sur está la frontera con España, a unos 45 kilómetros más al sur está San Sebastian con sus ricas tapas y museo Guggenheim, a unos 160 kilómetros al norte se encuentra Burdeos y sus famosos viñedos, a unos 50 kilómetros al este están los Pirineos con sus docenas de lugares para esquiar en el invierno y escena de algunos de los más difíciles tramos de la famosa vuelta ciclista, Le Tour de France, y a poco más de una hora en avión está Stanstead, el aeropuerto situado entre Londres y Cambridge, lo que nos permite fácil acceso al Reino Unido. Paris está a una hora de vuelo o cinco horas en el rápido tren, el TGV,

Esta excelente posición geográfica ha hecho del BAB un lugar atractivo para el turismo y el comercio nacional e internacional. Por ejemplo, estamos en una de las dos vías terrestres de comunicación más importantes entre España y el resto de Europa (la otra es Barcelona - Perpignan). Y esto no es reciente: ha sido así por cientos de años.

Las tres comunidades del BAB no podrían ser más diferentes. Las imponentes mansiones construidas por nobles rusos, ingleses, industriales norteamericanos y ricos franceses durante el Siglo XIX y primeras décadas del XX, le dan a Biarritz un aire señorial.

Palacio Olibarri en Biarritz
Mansión remodelada y convertida en apartamentos

En tiempos modernos, los grandes hoteles y spas han contribuido, como me dijo un amigo nacido aquí, a darle un "olor a dinero viejo mezclado con dinero nuevo." Biarritz tiene un Gran Casino donde se juegan desde pequeñas hasta grandes cantidades de dinero,



uno de los cinco hoteles considerados como "grandes palacios" de Francia,



tiendas donde un par de zapatos para mujer pueden costar mil euros (más de veinte mil pesos) o una camisa de hombre 500 euros (más de diez mil pesos).



Muestras de lo concurrido que fue Biarritz por la nobleza europea son la iglesia rusa ortodoxa,



la iglesia anglicana que se construyó para que la Reina Victoria pudiera ir a misa los domingos cuando estaba de visita,



la sinagoga construida por los ricos comerciantes judíos de la comunidad



y la capilla dedicada a la Virgen de Guadalupe, mandada construir por la Emperatriz Eugenia, esposa de Napoleón III.



Biarritz es sede del Ballet de Biarritz, donde reside Thierry Malendain uno de los cinco coreógrafos y ballets financiados por el Ministerio de Cultura de Francia. También es sede del Festival de Cine y Cultura Latinoamericana, este complementado por un piso completo dedicado a la literatura latinoamericana en su extraordinaria Mediatech, biblioteca y centro de medios de la comunidad.

Bayonne (Bayona en español), por su lado, no podría ser más diferente. Antigua capital de los Gascones y puerto amurallado por los Romanos y después por los reyes franceses,



cuenta con una de las catedrales más antiguas de Francia, edificios vetustos que datan del siglo XVII y XVIII y una arquitectura única de casas altas y estrechas que le han dado una apariencia peculiar y folklórica a la ciudad.



Si bien, Biarritz es famosa por sus tiendas de lujo, hoteles caros, playas y Gran Casino, Bayonne se considera un pueblo de trabajadores, de pequeños restaurantes familiares y de modestas tiendas pequeñas hacinadas en calles estrechas. Dividida en tres partes por dos ríos, el Adour y el Nive, Bayonne cuenta con un puerto de gran calada en la desembocadura del Adour que ha dado servicio al comercio marítimo desde los tiempos romanos.



También es pueblo de arte y música pero a diferencia de Biarritz, Bayonne es de pequeños clubs en sótanos donde se escucha música moderna, jazz y blues. En sus galerías de arte no hay cuadros de playas y mansiones antiguas que tanto gustan a los turistas; hay arte moderno y experimental por jóvenes artistas de la localidad y de las escuelas de arte de Bayonne. Sin embargo, la ciudad no presume de "alta cultura" y su gran evento anual, la Fiestas de Bayonne" consisten en una borrachera comunal en la que todo participante tiene que vestir de blanco y rojo, brincar y cantar el Himno de La Fiesta y en general hacer tonterías como tirarse el río para ser rescatado por la patrulla de bomberos marinos. "Aparte de las Fiestas de Bayonne, ¿por qué otra cosa es celebre la ciudad?" le pregunté a un amigo ciudadano de Bayonne. "Por su jamón," contestó muy orgulloso. (Por cierto, es muy buen jamón.)


La multitud en las Fiestas de Bayonne

Anglet, donde yo vivo, es el "chico nuevo" del barrio y ls más aburrida de los tres comunidades. Por siglos, los terrenos entre Biarritz y Bayonne estuvieron vacíos o dedicados a la agricultura y algunos viñedos. La comunicación entre Bayonne y Biarritz fue, durante años, un tranvía que iniciaba su recorrido en el centro de Biarritz y terminaba en la estación de tren de Bayonne Nadie pedía "bajada" en Anglet, a menos que fuera un granjero que iba a cuidar sus sembradíos. Pero, el crecimiento de comercios en Biarritz e Industrias y negocios de transporte marino de Bayonne, crearon una demanda de casas habitación para los trabajadores y directivos de esas dos ciudades, las que ni el antiguo Bayonne con sus estrechas casas, ni Biarritz con sus abarrotados barrios encaramados en sus empinadas calles podían proveer. Por lo tanto, Anglet se convirtió en un "bedroom community" donde las familias podían fincar y donde había espacio para los supermercados, escuelas y clínicas que los habitantes de Anglet demandarían.

Estas diferencias en las historias y circunstancias llevaron a cada una de las tres comunidades a formarse y ser como son, Por lo tanto, si uno quiere comprar un vestido o una camisa a precios razonables, o si uno quiere ir a un restaurante a comer un "blanquette de veau" (estofado de ternera en una salsa blanca cremosa) como la hacía la "mamie", o encontrar una librería de libros usados, uno va a Bayonne; por lo contrario, si un quiere ir a una función de ballet, teatro, opera o música clásica, ir a un cine de arte, o disfrutar de lo último en hidroterapia en un spa, tendría uno que ir a Biarritz. ¿Y Anglet? Bueno, pues están las grandes tiendas de Leclerc y Carrefour donde uno puede comprar la despensa de la quincena.


Lo más relevante de Anglet: su faro y sus playas.

Sin embargo, las tres comunidades, cada una a su manera, son muy francesas. Ya explicaré en otros posteos por qué digo esto. En el próximo, platicaré sobre las vicisitudes de nuestras vacaciones en Francia, una de las grandes peculiaridades de los franceses.


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